Tengo que confesarlo, poco o nada practico en casa, y si lo hago no tiene nada que ver con lo que conocemos como Yoga. Las clases ya casi que las monto en mi mente, y tiro mucho de improvisación. He llegado al punto, después de tantos años impartiendo clases, que aunque me siente y me ponga a escribirla, con sus nombrecitos y dibus, cuando llego a clase, siempre me sale otra cosa completamente diferente a lo planeado. Otras veces solo tengo una idea general, o un tema concreto sobre el que trabajar, y simplemente fluyo.
En mi caso he tenido una lucha en mi interior durante mucho tiempo... "Ay que ver Eva... por qué no practicas en casa... ¿ni siquiera esas asanas que no te salen ni soñando?" A ver es que para hacer esas asanas tengo que calentar antes, no las puedo hacer directamente, tengo que preparar el cuerpo, y eso supone practicar... Touché!! Y no tengo ganas...
Mirad, yo solo trabajo tres días a la semana, pero son 20 clases... que si, que no son de hora y media, ni dos horas, como lo establecido en una clase habitual de Yoga. Trabajo en un gym y las clases son de 50 minutos, ni siquiera son de una hora, excepto la avanzada de los viernes que es de hora y media, 40 minutos que regalo a mis alumnos, de forma gratuita, que lo hago porque quiero y tengo esa necesidad. Pues eso, que solo 50 minutos de clase, cuando te consideras profa de Yoga, te crea estrés. "¿Cómo voy a hacer esta asana hoy si necesito 20 minutos para preparar el cuerpo y acceder a ella?" "¿Cómo voy a perder 20 minutos de la práctica, si solo tengo 50 minutos de clase, incluida savasana (que si no la hacemos la gente me mira mal jajajajaja). Y encima es el tipo de gym donde no hay grupos cerrados, pagas tu cuota y te metes en la actividad que te de la gana. Eso como usuario es una maravilla, pero como profa de Yoga no, porque siempre tienes gente nueva en casi todas las clases, lo que te obliga a practicar con los alumnos casi en todas. Eres el punto de referencia. Aunque tenga veteranos delante, los nuevos siempre buscan al profe. Pero a veces no tengo mas remedio que quitarme del "escenario" y corregirles. Una media de 23 en turno de mañana, una media de 30 en el turno de tarde, y menos mal que la mayoría son antiguos alumnos y casi no les tengo que corregir, si no sería imposible, y es algo que un profe no puede dejar de hacer.
Comienzo a las 9 o 9.30, depende del día, con lo que me levanto a las 7 o 7.30 de la mañana... y salgo a las 22h, llegando a mi casa a las 22.45, eso si tengo suerte y no me entretienen con la post clase-consulta, que yo agradezco de verdad, y es la parte que más me gusta de mi trabajo, pero me hace perder el bus. 6 o 7 horas de clase en el cuerpo, pero al día siguiente no trabajo... bueno, tengo masajes, preparo los talleres. Pero físicamente me muevo menos que los Guerreros de Xian, y siguen siendo guerreros. Es que no puedo mas, además el cuerpo ya me ha castigado con el aplastamiento de la última vértebra del sacro... y L5 y S1, tampoco se libran de estar tocadas... y una rectificación lumbar... Todo precioso... (incluir tono irónico)
En fin... que un domingo me desperté con un pensamiento... El Saludo al Sol, es como vestirse o desvestirse, y lo hacemos mínimo 2 veces al día... más si eres profe de Yoga que estamos todo el día yendo y viniendo y con la mochila llena de ropa. El movimiento de elevar los brazos para ponerte un jersey o una camiseta. El agacharnos para ponernos la parte de abajo o atarte los cordones de los zapatos. Incluso a veces lo hacemos mas o menos rápido, dependiendo de la situación. Hasta con arte si la ocasión requiere quitarte la ropa con ritmo sexy.
El hecho de ponernos y quitarnos ropa es algo "necesario". Incluso hay fases y situaciones en nuestra vida que no nos permite hacerlo por nosotros mismos. Cuando somos muy pequeños o cuando somos muy mayores, o tenemos algún impedimento de otro tipo, casi siempre tenemos a alguien que nos ayuda a elevar los brazos para poder vestirnos o desvestirnos... aunque la parte chunga, el agacharnos, lo haga la otra persona.Tu le dices que está haciendo Surya Namaskar, y todos contentos... bueno a lo mejor no, pero lo hemos intentado Jajajajaja.
También puedes transcender e ir en pelotas por la vida... Que la ropa no impida el movimiento natural de tu cuerpo y la fluidez de tu mente!! Modo hippie on.
Ante todo este panorama, llámalo CUADRO coloquialmente, últimamente en clase le doy mas importancia a la movilidad que al estiramiento, que también es importante no os alarméis. Ambos aspectos están unidos, pero normalmente en Yoga, damos prioridad más a lo segundo que a lo primero, y yo quiero darle importancia a ambos aspectos.
En la clase de los lunes, un poco mas suave, me encanta combinar algo aparentemente opuesto... Movilidad y Yin Yoga, si lo piensas, el Yin y el Yang, y pienso que es la combinación perfecta. Porque creo sobre todo en la necesidad de conocer nuestro cuerpo, en todo su rango de movimiento y en su capacidad de estiramiento, antes de hacer cualquier práctica de Yoga a lo loco y sin conocimiento. Con el movimiento estamos nutriendo el cuerpo, abriéndolo poco a poco, de forma dinámica, a tu ritmo, y "obligo" a que se trabaje desde la propia intuición natural, que ni siquiera hagan caso al ritmo que yo marque. Y lo veo como algo muy necesario antes de mantener un estiramiento tipo Yin de 3 a 5 minutos. Que oye, esos minutos bien administrados son una bendición para tu cuerpo y para tu mente, y que tampoco vas a hacer Paschimottanasana como primera postura. Una clase de Yin Yoga tiene una evolución progresiva y natural para el cuerpo. Pero si que prefiero dar movimiento consciente a las articulaciones y a la musculatura, antes de someterlas a un estiramiento constante y profundo.
Ambos, por separado, los considero como un trabajo de artesanía, de minuciosa mirada hacia el interior. Pero juntos pueden ser la leche en patinete (que ahora están tan de moda :D ), y convertirse en lo que que tu cuerpo y tu mente están buscando. Cuando te mueves y estiras de forma intuitiva, hace que no tengas que seguir un patrón fijo que te tengas que aprender, lo que te da es libertad de movimiento y estiramiento. Simplemente fluyes con la necesidad que tienen tu cuerpo y tu mente. Al fin y al cabo eso es Yoga, libertad y autoconocimiento... Por lo menos para mi. La palabra disciplina, al final, me supone rigidez, obligación... Y si tienes "flojera" como yo, moverte como te salga del alma, es el mejor método... y el mejor consuelo. Aunque solo sea ponerte o quitarte la ropa ;)
Nos vemos, Cotillas Cósmicos!!
